Charles Chaplin y Clark Gable fueron algunos de los visitantes, cuando el famoso productor Samuel Goldwyn Jr era el propietario.
Cuando no está de gira por el mundo, como ocurre ahora con un tour que la deposita en Argentina, Taylor Swift vive en una increíble mansión de estilo georgiano ubicada en Beverly Hills, Los Ángeles. Tiene siete habitaciones, diez baños, biblioteca, gimnasio y sala de juegos. Además, en el enorme jardín hay una piscina, una cancha de tenis, un estanque de peces koi y una casa para recibir a sus huéspedes.
La cantante compró la enorme mansión que había pertenecido al productor Samuel Goldwyn Jr tras su muerte, en 2015. Su propio padre, el famoso empresario cinematográfico del mismo nombre, la había mandado a diseñar y construir en 1934, y la llamó The Goldwyn.
La propiedad le costó 25 millones de dólares, pero hoy está valuada en 30 millones de dólares, después de las importantes obras de remodelación realizadas por la artista.
Taylor Swift y una mansión con historia
La propiedad enclavada en un rincón pintoresco de Beverly Hills, fue sede de los rodajes de varias películas producidas por su dueño en la época de oro del cine de Hollywood. E incluso muchas de las celebridades que las protagonizaban eran invitadas a alojarse y disfrutar de fabulosas fiestas allí.
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Siempre se dijo que algunos de sus visitantes más ilustres fueron Charles Chaplin y Clark Gable, que participaban de las fiestas con otras estrellas de la época de oro de Hollywood.
Como la mansión fue declarado como un sitio histórico de la ciudad, la cantante solamente pudo renovar la parte interior, lo cual le llevó casi tres años. De todos modos, Taylor Swift no encaró una obra para modernizar los ambientes o transformarlos en más contemporáneos, sino para recuperar la gloria que tuvieron en los años treinta.
Antigüedades y premios en la mansión de Taylor Swift
Los ambientes de la mansión fueron decorados con muebles de la época, antigüedades de distintas colecciones y obras de arte. Pero sin duda alguna, los objetos que más llaman la atención en la sala principal son su piano y su gran cantidad de premios Grammy y otros.
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En la recepción de la planta baja se destaca una escalinata señorial que lleva a las habitaciones del segundo piso. En la mansión de Los Ángeles también hay un gran gimnasio para entrenar, una sala para jugar a las cartas y una biblioteca que tiene todas sus paredes cubiertas con muebles con la gran colección de libros y música de Taylor Swift.
Un jardín con estanque
El enorme jardín que rodea a la mansión tiene las flores preferidas de la cantante, junto a las cuales le encanta componer sus temas: lavandas y rosas. También tiene una plantación de olivos y un estanque de peces koi.
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Allí también hay un living exterior en el que disfrutó mucho tiempo con quien fue su novio, Joe Alwyn, o con amigos. Además hay una gran piscina de natación, un fogonero para comer malvaviscos en las noches –que este invierno parece que compartirá con el jugador de fútbol americano Travis Kelce, figura de Kansas City Chiefs-, una cancha de tenis e incluso una casa para alojar a sus huéspedes.
Taylor Swift está recorriendo el mundo con su nuevo Eras Tour, que la traerá el mes que viene a Buenos Aires. Sus shows serán los días 9, 10 y 11 de noviembre en el Estadio Monumental de River Plate. Desde allí partirá hacia Río de Janeiro y San Pablo, y luego continuará viaje a Japón, Australia y Singapur. Falta bastante para que vuelva a su mansión en Los Ángeles, o a sus propiedades en Nueva York, Rhode Island y Nashville, cercana a su estudio de grabación.
