El primer rascacielos de Latinoamérica celebra su centenario y uno de sus directores reveló los mitos que hay detrás de la arquitectura creada y pensada por Mario Palanti y Luis Barolo. Su relación con Dante Alighieri, la magia que esconde y la estructura que recuperaron después de ser robada y destruida.
Este viernes 7 de julio cumple 100 años el Palacio Barolo, el primer rascacielos de Latinoamérica y uno de los edificios más emblemáticos de la Ciudad de Buenos Aires. Detrás de su centenario se esconden miles de mitos y misterios sobre su relación con la Divina Comedia y el infierno.
Inaugurado en 1923, la historia cuenta que el arquitecto Mario Palanti se inspiró en los versos de la Divina Comedia, de Dante Alighieri, para diseñarlo. Incluso, la leyenda crece cuando se comentó que Luis Barolo, el empresario que costeaba la obra, pretendía traer las cenizas del escritor italiano para salvarlas de una Europa en Guerra.
Miqueas Thärigen, junto a su hermano Tomás, hoy es la persona que más ligada está a la obra de arte ubicada en Avenida de Mayo. Junto a su hermano son los directores de Palacio Barolo Tours y tanto su vida como su árbol genealógico está ligado a esta obra de arte.
El bisabuelo de los Tharigen, Carlos Jorio, fue uno de los primeros inquilinos que tuvo el Palacio Barolo. Su hija -la abuela de los hermanos- también tuvo un rol importante, ya que replicó una estatua perdida en el año 2010.
Sin embargo, en 2004 los hermanos le dieron una vuelta de tuerca y se convirtieron en los primeros guías que tuvo el Palacio Barolo. “Es un momento muy lindo. Las últimas décadas fueron de mucho esfuerzo. Hoy el Barolo está como Palanti y Barolo lo soñaron. Este edificio está en su esplendor de tanto esfuerzo”, señaló Miqueas.
Este viernes se realizará un evento masivo en el que se presentará la concertista Martha Noguera y contará con la entrada libre y gratuita. También se transmitirá, desde las 19, vía streaming a través del canal de Youtube oficial del Palacio.
Detrás de toda su historia familiar se esconde un cúmulo de secretos que Miqueas Tharigen, uno de los hombres que más sabe sobre el Palacio Barolo, le reveló a TN. Todos relacionados con la arquitectura y la inspiración de Barolo y Palanti.
Los misterios detrás de la arquitectura del Palacio Barolo
Luis Barolo se había vuelto millonario con la venta de insumos de lana e hilo mientras Europa estaba en Guerra, también tenía tierras cultivables en Chaco. Con ese dinero, le dio vía libre a Alberto Palanti, un arquitecto italiano que materializó su obra más importante en la Argentina.
Una de las pocas certezas que hay sobre el Palacio Barolo es que no hay planos de la obra. Cuentan los arquitectos relacionados con el edificio que Palanti se los llevó cuando se fue de la Argentina. Eso, alimenta los mitos que pregona más de uno.
“Palanti y Barolo pertenecían a la misma logia que Alighieri”, confirmó Miqueas Tharigen, sobre la relación entre los creadores del palacio y la Divina Comedia. Además, reconoció que ambos querían traer las cenizas del escritor para la Argentina debido a la guerra que se daba en Europa: “Veían que era próspero traerlo”.
Lo cierto es que hay varios elementos que están relacionados con la Divina Comedia. El primero de ellos está relacionado con la cantidad de metros que tiene el edificio: 100. La misma cantidad que tienen los cantos de la obra escrita por Alghieri.
En ese aspecto, Tharigen reconoce: “En planta baja hay dragones y serpientes que refieren al infierno. El edificio está dividido en infierno, purgatorio y paraíso, y este último tiene 8 pisos como los planetas que conocía Dante (Alighieri)”.
Los más abonados a las teorías y a los mitos, van más allá: la mayoría de los cantos de la Divina Comedia comprenden de 11 a 22, y los pisos del Barolo están divididos en 11 módulos por frente y 22 módulos de oficinas por bloque. Las frases escritas en latín en las nueve bóvedas que dan acceso al edificio también cooperan con las teorías conspirativas.
El misterio está en el ADN del edificio y eso nadie lo niega. Incluso, Miqueas asegura que ahí se esconde una parte del éxito: “Lo importante es toda la magia que tiene este edificio, es lo que todas las personas se llevan”.
De la estatua robada a la recuperación del Dante: una historia familiar
Otra de las figuras más enigmáticas del Palacio Barolo es la obra “Ascensión”, una escultura que desapareció en los años 90. Se trata de un cóndor con las alas desplegadas que lleva en su lomo a un hombre moribundo.
Bajo esta obra se esconden, nuevamente, dos teorías: una primera, que sostiene que Luis Barolo encargó la estatua para guardar las cenizas del Dante; y una segunda, que dice que es un homenaje al “soldado desconocido” de la Primera Guerra Mundial.
Lo cierto es que luego de la desaparición de la estatua, Amelia Jorio -abuela de Miqueas y Tomás Tharigen e hija de Carlos Jorio- realizó una réplica que se exhibe en la planta baja del edificio desde 2010.
Miqueas y Tomás nunca abandonaron la búsqueda del original, creado por Mario Palanti, hasta que a finales del 2021 encontraron una parte de ella a más de 400 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, en Mar del Plata.
“La cortaron, se la robaron y la manipularon de tal forma que fue difícil de recuperar. Lo peculiar es que quedó la base con la firma de Mario Palanti y la pudimos recuperar para exhibirla”, contó Miqueas sobre la obra que es exhibida en la Oficina Museo del Palacio Barolo.