La iniciativa avanza en una institución escocesa, con el objetivo de ayudar a los chicos a mitigar el aburrimiento y aislamiento. Además, estudios indicaron que el hábito gamer ayuda a reducir el dolor y la ansiedad.
El Royal Hospital for Children, un centro de salud en Glasgow, Escocia, puso en marcha una iniciativa inusual: contrató a un residente que se dedica a tiempo completo a jugar videogames con los nenes internados. El plan es financiado por una asociación benéfica en el Reino Unido, especializada en los juegos terapéuticos y la tecnología para clínicas pediátricas.
Según comentaron desde esa organización, Glasgow Children’s Hospital Charity, el jugador residente acompaña a los niños internados a través del juego y “los ayuda a encontrar una manera de relajarse, reducir el aislamiento y el aburrimiento, además de distraerlos durante su estadía en el hospital”.
La faceta terapéutica de los videojuegos: así es la iniciativa del hospital escocés
Steven Mair tiene 26 años. En las imágenes que divulgan los impulsores de esta movida lo vemos junto a los pequeños pacientes, joystick en mano, compartiendo partidas gamer. Tal como señaló la mencionada organización de caridad, no se trata únicamente de ofrecer a los chicos una compañía mientras usan videogames.
Diversos estudios indicaron que el uso de videojuegos ayuda a reducir el dolor y la ansiedad de los pacientes pediátricos, y que también favorece a las personas que los acompañan durante los tratamientos. Esas conclusiones abordan una faceta diferente a la habitual estigmatización del hábito gamer, que sí conduce a consecuencias negativas en los casos de uso excesivo que conducen a comportamientos adictivos.
“Los niños (en el hospital) pueden tener estadías prolongadas y planes de tratamiento intensos. Esto puede incluir dolor físico y muchas emociones nuevas. A menudo, los padres pueden sentirse impotentes”, comentó Catherine Reid, madre de Jace, un chico de 7 años que padece un trastorno sanguíneo y se encuentra internado en la mencionada clínica de Glasgow. “Cuando el jugador residente vino a jugar a Mario en la Nintendo, Jace sonrió inmediatamente. Fue un impulso de energía instantáneo para él, mental y físicamente. Creo que a menudo lo que los niños quieren es pasar un buen rato y jugar con nuevos amigos”, agregó.
Además de dedicar su jornada a jugar videogames con los chicos internados, Mair se encarga de organizar eventos en las instalaciones de la clínica y recaudar fondos para la organización benéfica, que recientemente destinó una donación de dinero para reemplazar las consolas en el hospital por modelos más nuevos.