Se trata de la mayor disminución experimentada en un solo año en medio siglo. Sin embargo, no en todos los estados el fenómeno fue igual.
Con el correr de los días son más las consecuencias de la pandemia del COVID-19 que se observan en la sociedad. Un nuevo estudio publicado por la revista científica Human Reproductions indica que de 2019 a 2020 se registró el mayor descenso de natalidad en los Estados Unidos, con una disminución del 4% en los índices de nacimientos (según datos de los Centros para el Control de Enfermedades, CDC por sus siglas en inglés). Si bien para 2021 los índices de natalidad aumentaron un 1%, las cifras aún no vuelven a los números pre-pandémicos.
Pero uno de los datos más curiosos encontrados en el estudio es que el fenómeno no se dio de manera uniforme en los 50 estados, y según las conclusiones de los investigadores, las diferencias se dieron principalmente por temas demográficos, económicos y políticos más que por lo que estaba ocurriendo con el virus. Es decir, según concluye el estudio, la planificación familiar se debió principalmente a las consecuencias generales de la pandemia, más que a la enfermedad en sí misma.
El estudio fue comandado por investigadores de la escuela de medicina Grossman de la Universidad de Nueva York utilizando datos de los CDC, información del censo de 2020 y proyecciones de población en 2021 realizadas por la Universidad de Virginia, calculando los índices de fertilidad después de cada una de las olas de COVID-19. Curiosamente, descubrieron que la severidad de esas olas poco tenía que ver con los índices de natalidad, sino que se trató de temas sociales que variaron según el estado.
En Nueva York, por ejemplo, tras la primera ola de COVID-19 que fue la más masiva en el país, hubo aproximadamente 76 nacimientos menos al mes cada 100 mil mujeres, a comparación de lo que ocurría previo a la pandemia. Pero en estados como Montana, Idaho o Utah, los nacimientos aumentaron en 56 mensualmente por sobre 100 mil mujeres. Recordemos que las zonas menos densamente pobladas se vieron beneficiadas con nueva población buscando vivir en sitios con menos reglas contra la pandemia y un menor costo de vida.
Claro ejemplo de esto es el sur del país. Estados como Florida o Carolina del Norte fueron los más escogidos por aquellos que se mudaron dentro de los Estados Unidos, y allí no se vió una disminución en los índices de natalidad. El promedio en el país bajó fundamentalmente por lo ocurrido en el noreste y California.
El estudio sugiere también una diferencia entre los estados azules y rojos (progresistas y conservadores, políticamente hablando). En los estados más liberales (como Nueva York, Massachusetts o California) hubo una pronunciada baja en la fertilidad, mientras que el fenómeno no se dió en estados conservadores como Florida, Tennessee o las Carolinas. Allí es donde, según los investigadores, se ve más claro que el fenómeno estuvo relacionado con temas sociales y no con el impacto del virus en sí, ya que no necesariamente hubo menos casos en estos estados.